¡Malditos seais! ¡Malditos seais todos los que vivís en aquellas islas! ¡Qué envídia os tengo ahora mismo!
Lo cierto es que había escuchado infinidad de cosas buenas de aquel evento, y sospechosamente casi nada malo… ya sabéis, para poder poner el asunto en perspectiva de forma objetiva antes de aceptar la invitación. A mi normalmente eso me suele oler a chamusquina, pero después de los 9 increíbles días que pasamos mi novia y yo en Tenerife, puedo decir con total franqueza que todo lo bueno que se diga de la Tenerife Lan Party se queda corto.
Si sospecháis que esta va a ser la típica entrada para dorar la píldora, estáis en lo cierto. Para que os voy a engañar. La verdad es que no se me ocurre ninguna otra manera de mostrar mi agradecimiento a la organización de la TLP más que escribiendo algo bonito sobre todo lo vivido, las buenas gentes que conocí allí (¡Adrián, fuiste un anfitrión cojonudo!) y lo mucho que me encantó implicarme en todo aquello, incluyendo participaciones en concursos de cuestionable respeto hacia uno mismo como el de Kamehamehas o incluso un Karaoke a altas horas de la mañana (las mejores horas para un Karaoke, por supuesto).
Las charlas, más que disfrutarlas por su contenido, las disfruté por su continente. Tuve la suerte de pasar una entretenida velada con todos los ponentes en la que compartimos vivencias y nuestras historias personales de decepciones con sus correspondientes y satisfactorias superaciones. Cuando te encuentras con gente que ha compartido unas experiencias similares a las tuyas no hace falta hablar demasiado para entablar amistad. Si no sabéis de quienes hablo, echad un ojo a la foto que encabeza esta entrada. Por orden tenéis a @HerbieCans, (un presente), @bmcaff, @enriquegper y Pablo Hoyos.
Obviamente, también mención especial al triplete de personalidades tanto creativas como financieras formadas por Ian Livingstone, Nolan Bushnell y David Mora. Este último nos sorprendió con la que puede ser la charla sobre finanzas más entretenida que verás jamás, así que síguele la pista si escuchas su nombre y no te la pierdas. Puede que salgas con más de una idea clara y posiblemente un calcetín desparejado. No digo más.
En fin. Tenerife me ha calado hondo, y ésta es tan sólo una de las islas que componen aquel pequeño paraiso que vive a rebufo horario de una península en la que nos tomamos todo con menos calma y con más seriedad de lo que deberíamos. El día que conozca las demás islas no me vuelven a ver el pelo por el viejo continente.
¡Muchísimas gracias a todos los que hicieron de esos 9 días unas de las mejores vacaciones que he pasado en muchísimo tiempo! Además, me llevo una de las mejores fotos de mi vida. Esta la enmarco. :_)