7 de Diciembre del 2015. Outconsumer y Fukuy me abren un privado en Twitter. Me preguntan si me gustaría participar en el documental ExtraLife para dar mi punto de vista sobre el proyecto y «alumbrarles» el camino tirando de mi experiencia en la industria. Les digo que no es una buena idea, así de primeras, más que nada porque después de casi 9 años en la industria sé más de fracasos que de éxitos y… oh… bueno, tal vez eso les podía servir de algo. Tal vez mi papel en el documental podía ser el de ese que les avisa de que todo siempre puede fallar. Les comento que si tienen una idea más clara sobre en qué les podría ayudar en su juego (que no en el documental) que me lo hicieran saber. Que yo encantado de ayudarles. Ahí dejamos la conversación parada.
Una semana más tarde, contacta conmigo la productora que lleva el documental para preguntarme si me iría bien hablar de ludonarrativa (Por eso de haber trabajado en el «Spec Ops: The Line«, juego con un alto componente narrativo) y también de doblaje en los videojuegos (Por haber doblado Unepic y haber estado involucrado en varios procesos de localización de varios productos). Esto ya me llamó más la atención, claro. Además, el día propuesto para la entrevista iba a coincidir con mis vacaciones en España y una escapadita de 2 días a Barcelona me apetecía muchísimo. Mucho mejor que una entrevista por Skype, de aquí a Pekín. Total, que ya sin dudas, acepto la propuesta con una gran sonrisa y muchas ganas de participar en ExtraLife, aunque un poco preocupado por no saber si iba a descubrir que lo que había detrás del documental era más espectáculo que otra cosa. Quería creer que iba a ayudar a una serie de personas en su misión de desarrollar un juego, y aunque cauto, mantuve esa creencia bien afianzada durante las 48 horas que estuve en Barcelona. ¿Sería un desarrollo de juego serio? ¿Sería un show?
Pues bien, ha terminado siendo las dos cosas, y muy bien combinadas, ciertamente. Es cierto que ExtraLife tiene un cierto porcentaje de producción semiescenificada. En momentos muy puntuales, y además, claramente perceptibles para la mayor parte del público, se escenifican situaciones normalmente muy breves e irrelevantes (como los encuentros casuales, los saludos, las despedidas…) para poder dar paso a lo real, a la mandanga, a lo interesante. Vamos, a las entrevistas, a las conversaciones y a las reuniones. Ahí os aseguro que hay poco o nada guionizado. Al menos hasta el capítulo en el que yo he aparecido.
Es evidente que Samuel, Roc y yo teníamos mucho de lo que hablar, y ambas partes teníamos muchas preguntas sobre el proyecto, pero sucedió en más de una ocasión que nos mandamos callar los unos a otros para asegurarnos de que íbamos a abordar ciertas cuestiones por primera vez cuando una cámara nos estuviera grabando. De otra manera, la conversación se percibiría artificial, y ninguno quería eso.
A lo largo del día, y de tanto en tanto, me fueron enseñando algo de material relacionado con el proyecto. Llevaban imágenes, capturas y concepts del juego en sus móviles. Esto me pareció una buena señal. Señal inequívoca de que ambos están ilusionados con el proyecto y que no quieren perder la oportunidad de mostrar a quien sea y donde sea lo que están ayudando a crear.
En ciertos momentos me parecía hasta injusto el cómo muchos perciben toda esta historia. Es evidente que ExtraLife no es representativo de lo que es un proceso estándar a la hora de crear un videojuego, lo sé, lo sé de sobra, que llevo desde 1999 desarrollando para juegos y tal… pero eso no quiere decir que ESTO no sea real. Las opciones para la productora, desde un punto de vista puramente práctico, eran o con Samuel y Roc (u otros individuos con cierto calado en las redes sociales), o con nadie. Más que nada porque esto no trata sólo de crear un videojuego, sino también de crear un canal de referencia sobre emprendedores. Así que a la hora de elegir a los primeros protagonistas de este canal, me alegro de que se hayan decantado por estos dos teniendo tantos y tantas Youtubers para equivocarse. ¿Y si no fueran YouTubers? ¿Sería más realista si hubiesen escogido a dos personas al azar de entre todos los que están intentando hacerse un sitio en esta industria? No, sería simplemente diferente, y sería otro documental. El problema de estas dos personas hipotéticas es que no tendrían los contactos, los medios ni la capacidad de influencia que gente como Samuel y Roc tienen. Porque esto es así. No nos engañemos ni tampoco lo miremos como si fuese algo malo. Si no fuera porque en ExtraLife participan quienes participan, no me hubiera asomado por este proyecto, y no por apatía, ¡que yo me apunto a casi cualquier sarao!, sino por pura desconfianza.
ExtraLife es la historia de como Samuel y Roc hacen un juego. Es un documental sobre eso y no sobre otra cosa. Para mí, son dos buenos amigos que han demostrado en más de una ocasión que son gente entusiasta y merecen mi respeto y confianza. Me he arriesgado a participar en este invento que es ExtraLife con el miedo de que al final esto no fuera más que un circo… y sin embargo salí, no sólo convencido de que lo que hay detrás es más que real, sino también con un pensamiento, sólo uno, motivado por la envidia más sana del mundo:
«Con lo bien que me lo he pasado en tan sólo un episodio, que suerte tienen estos cabrones de estar en todos. La de cosas que van a aprender…»
Samuel, dale caña al GDD y recuerda lo del pacing.
Roc, sal de tu zona de confort, que no todo es narrativa, y aprende algo de diseño. Aprovecha la oportunidad.
ExtraLife, muchísimas gracias por concederme el lujo de participar en este proyecto.